Un hombre llega a su casa entrada ya bastante la madrugada, entra a su
dormitorio sigilosamente, se desviste poniendo cuidado en no hacer ruido
y se introduce despacio en la cama.
Ya en ella y un tanto mimoso, decide deslizarse por debajo de las sábanas. Con delicadeza extrae el tanguita a su mujer y decide practicarle un suculento sexo oral.
Tras unos exasperados gemidos y tijeretazos de piernas
varios, la mujer termina entre suspiros. El hombre sube, y al oído le dice
bajito:
- Espérame que ahora vuelvo....
Sale de la cama y se
dirige al baño. Al abrir la puerta ve a su mujer sentada en el inodoro...
- Pe, pero... ¿Cómo has llegado aquí?
- Shhhh!!!, habla bajito que vas a despertar a mi
madre...
2 comentarios:
Ayyy jajajaja. Y no notó que el tanguita era de cuello alto?
Pfffffff! Jajajaj! Eso es terrible!
Pobre amigo!
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