
Se trata de un permiso plastificado del tamaño de una tarjeta de crédito, muy similar al actual modelo español, que debe incluir en su anverso los datos personales del titular y en el reverso, las categorías de vehículo que está autorizado a conducir el titular. Cada país tendrá la libertad de introducir pequeñas modificaciones en su diseño.
Su entrada en vigor no invalida los permisos ya expedidos, sino que éstos serán sustituidos progresivamente cuando corresponda su renovación o en 2033 a más tardar. Además se unifican los periodos de validez para que todos los permisos tengan una vigencia de 10 años, aunque los países podrán elevar el plazo a 15 años en algunos casos.
Tampoco afectará al llamado carné por puntos que ya está implantado de distinta manera en la mayoría de los Estados miembros, pero que no está sometido a una regulación comunitaria, según han explicado expertos de la Comisión Europea. Bruselas ve con buenos ojos esta medida pero considera que para su armonización en toda la UE "queda un largo camino".
http://www.elperiodico.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario