Una pareja de recién casados va a pasar la luna de miel en El Cairo, Egipto.
Mientras pasean por el mercado, oyen a un vendedor de sandalias que parece escapado de las Mil y una Noches.
- "Vengan, paisanos, vengan a mi humilde tiendita, que aquí podrán comprar algo fabuloso !!"
El joven matrimonio entra y el vendedor les muestra un par de sandalias a las que atribuye poderes mágicos, muy apreciados por los recién casados.
- "Con ellas, podrán hacer el amor salvajamente, como camellos enfurecidos", les dice.
La chica, tentada por el comentario del vendedor, accede; pero el hombre, atlético y viril dice que no las necesita.
- "Pruébalas, paisano, pruébalas, no te arrepentirás", insiste el vendedor.
Como su mujer está cada vez más interesada, el hombre termina por acceder y se prueba las sandalias. De repente... apenas se ha calzado, una mirada feroz se dibuja en su rostro... una ansia incontenible... una furia que su mujer jamás había visto.
Veloz como una fiera en celo, el joven marido aferra al vendedor por las nalgas, le baja los pantalones y se arroja sobre él para violarlo.
- "¡¡¡Para, para, para, cabrón !!!" - le dice con lágrimas en los ojos torcidos gritando desesperado el vendedor. - ¡¡¡Te las pusiste al revés, hijo de puta, te las pusiste al revés !!!
3 comentarios:
Pues si dicen que a los moros les mola eso, de qué se queja el vendedor?
Anda que la foto... jajajajaja
¡Je, je! es bonísimo.
Salu2
Jojojojo... q peligro de sandalias!!!!
Muy bueno! ;)
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