Una familia canadiense guardó el cadáver de un miembro fallecido durante seis meses esperando que resucitara, según el portal internacional The Star.

El difunto, Peter Wald, de 52 años, sufría diabetes y en marzo tuvo una infección en la pierna. Pero Wald no quiso ir al médico, esperando que Dios lo curara. Sin embargo, a finales de marzo, entró en coma y falleció. 

El cadáver permaneció en la casa de Ontario. La Policía, con una orden judicial, desalojó a Kaling Wald, su esposa, y a sus seis hijos debido al impago del alquiler. Y se encontró con tamaña sorpresa del cadáver de hace 9 meses.