Una
chilena de 39 años asesinó a su pareja y padre de su hijo, y
luego descuartizó el cadáver y lo cocinó durante varias horas en una
olla, enfurecida porque le había sustraído dinero, informaron fuentes
policiales.
El crimen ocurrió el pasado sábado en la localidad de Molina, a unos 210 kilómetros al sur de Santiago, en la región del Maule, y la mujer, identificada como Roxana Valdés Cano, se entregó 24 horas después a la policía abrumada por los remordimientos.
Según los antecedentes del caso, la mujer descubrió el sábado que su pareja y padre de su hijo de ocho meses, Claudio Muñoz Ramírez, de 43 años, le había sustraído cinco millones de pesos (unos 9.000 dólares) que guardaba en su casa.
La mujer, presa de la furia, tomó un revólver y le disparó varios tiros en la zona torácica a Claudio Muñoz, que murió en el acto, relató a los periodistas el mayor de Carabineros Pedro Díaz.
Acto seguido, descuartizó el cadáver, echó los restos en una olla y los hirvió durante varias horas.
Posteriormente, Roxana introdujo los restos en bolsas de basura y los llevó en su automóvil a un lugar en las afueras del pueblo donde los arrojó para deshacerse de las evidencias.
Sin embargo, la mujer no pudo con el peso de su conciencia y la noche de este domingo se presentó en la comisaria del pueblo y confesó el crimen.
Según las fuentes, la pareja mantenía una relación tortuosa y la mujer había anteriormente denunciado al hombre por violencia intrafamiliar.
El crimen ocurrió el pasado sábado en la localidad de Molina, a unos 210 kilómetros al sur de Santiago, en la región del Maule, y la mujer, identificada como Roxana Valdés Cano, se entregó 24 horas después a la policía abrumada por los remordimientos.
Según los antecedentes del caso, la mujer descubrió el sábado que su pareja y padre de su hijo de ocho meses, Claudio Muñoz Ramírez, de 43 años, le había sustraído cinco millones de pesos (unos 9.000 dólares) que guardaba en su casa.
La mujer, presa de la furia, tomó un revólver y le disparó varios tiros en la zona torácica a Claudio Muñoz, que murió en el acto, relató a los periodistas el mayor de Carabineros Pedro Díaz.
Acto seguido, descuartizó el cadáver, echó los restos en una olla y los hirvió durante varias horas.
Posteriormente, Roxana introdujo los restos en bolsas de basura y los llevó en su automóvil a un lugar en las afueras del pueblo donde los arrojó para deshacerse de las evidencias.
Sin embargo, la mujer no pudo con el peso de su conciencia y la noche de este domingo se presentó en la comisaria del pueblo y confesó el crimen.
Según las fuentes, la pareja mantenía una relación tortuosa y la mujer había anteriormente denunciado al hombre por violencia intrafamiliar.
3 comentarios:
Ñam ñam jajajaja. Tendría hambre la pobre.
Pues qué boba. Si ya había hecho lo difícil, sólo quedaba sazonar al gusto y servir.
Salu2
¡Wow! Eso está muy fuerte. ¿Cómo pudo ser capaz de hacer algo así, y no invitarme a comer a su casa?
Saludos!
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