Una erección que duró 99 millones de años. La mejor síntesis para este
caso peculiar. Una pareja de segadores, unos arácnidos bastante comunes,
estaba a punto de aparearse cuando quedaron atrapados y petrificados en
ámbar. El macho justo tenía una erección.
Los machos de los segadores tienen un pene retráctil, que pasa la mayor
parte del tiempo escondido en el interior de su cuerpo. Esto supone un
problema para los científicos, ya que los órganos genitales les permiten
diferenciar entre las especies. Por este motivo, el fósil es una
oportunidad única para que los investigadores echen un vistazo sin
censura.
El estudio, del que se hace eco la web de la revista Science,
fue publicado por Naturwissenschaften. Sus autores describen el fósil y
lo colocan en una nueva familia extinta de segadores, conclusión a la
que llegaron en parte por ese pene inusual, que luce una punta en forma
de espátula.
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