Empiezas a comerlos y no puedes parar. A menudo, situaciones de ansiedad o estrés derivan en que tengamos la sensación constante de tener hambre y piquemos a todas horas, pero cuando hablamos de alimentos adictivos no nos referimos a esto. Son productos manipulados, hechos expresamente para que no podamos dejar de comerlos.
Parece que aquel eslogan de “cuando haces pop, ya no hay stop” era una verdad como un piano, pero ¿a qué se debe que haya determinados alimentos que desencadenen en nosotros la necesidad de pegarnos un atracón imparable?
Los responsables son sus propios creadores. Como explican en Yahoo Health “algunas compañías y sus equipos científicos han conseguido que determinados alimentos tengan sabores y olores especiales, e incluso que emitan sonidos atractivos, que alteran nuestro centro del placer neurológico”. Y no se trata precisamente de los más saludables del mercado, ni son ricos en vitaminas, fibras y proteínas.
Según diferentes investigaciones científicas y los editores de la revista especializada en alimentación Eat This, Not That!, estos son los seis alimentos más adictivos del mundo y los motivos por los que, una vez empiezas, no puedes dejar de comerlos ...
Cheetos
Chocolate
Doritos
Galletas Oreo
Palomitas de maíz
Patatas fritas
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