Conocí en una ocasión a un representante de bisutería que, ofreciéndo su material a una cadena de tiendas en Alemania, se reunió con su jefe de ventas:
-Y, como puede ver, todas las piedras de nuestras piezas están engastadas a mano- dijo el vendedor.
Y muy seriamente, pero que muy seriamente, el alemán se le quedó mirando y preguntó:
-¿Conoce ud. a alguien capaz de engastar con los pies?
Conocí en una ocasión a un representante de bisutería que, ofreciéndo su material a una cadena de tiendas en Alemania, se reunió con su jefe de ventas:
-Y, como puede ver, todas las piedras de nuestras piezas están engastadas a mano- dijo el vendedor.
Y muy seriamente, pero que muy seriamente, el alemán se le quedó mirando y preguntó:
-¿Conoce ud. a alguien capaz de engastar con los pies?
Conocí en una ocasión a un representante de bisutería que, ofreciéndo su material a una cadena de tiendas en Alemania, se reunió con su jefe de ventas:
-Y, como puede ver, todas las piedras de nuestras piezas están engastadas a mano- dijo el vendedor.
Y muy seriamente, pero que muy seriamente, el alemán se le quedó mirando y preguntó:
-¿Conoce ud. a alguien capaz de engastar con los pies?
5 comentarios:
jejeje, supongo que la última debería ser de "prosciutto" (jamón), no "proscuito". La propiedad conmutativa no vale siempre! :D
Pues anda que la última traducción
home made, casi igual que la anterior
Conocí en una ocasión a un representante de bisutería que, ofreciéndo su material a una cadena de tiendas en Alemania, se reunió con su jefe de ventas:
-Y, como puede ver, todas las piedras de nuestras piezas están engastadas a mano- dijo el vendedor.
Y muy seriamente, pero que muy seriamente, el alemán se le quedó mirando y preguntó:
-¿Conoce ud. a alguien capaz de engastar con los pies?
Pues eso.
Conocí en una ocasión a un representante de bisutería que, ofreciéndo su material a una cadena de tiendas en Alemania, se reunió con su jefe de ventas:
-Y, como puede ver, todas las piedras de nuestras piezas están engastadas a mano- dijo el vendedor.
Y muy seriamente, pero que muy seriamente, el alemán se le quedó mirando y preguntó:
-¿Conoce ud. a alguien capaz de engastar con los pies?
Pues eso.
Conocí en una ocasión a un representante de bisutería que, ofreciéndo su material a una cadena de tiendas en Alemania, se reunió con su jefe de ventas:
-Y, como puede ver, todas las piedras de nuestras piezas están engastadas a mano- dijo el vendedor.
Y muy seriamente, pero que muy seriamente, el alemán se le quedó mirando y preguntó:
-¿Conoce ud. a alguien capaz de engastar con los pies?
Pues eso.
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