El doctor le pregunta cómo se siente.
Nunca estuve mejor -le responde- mi novia tiene 20 años, y ahora está embarazada y vamos a tener un hijo.
El doctor piensa por un momento y le dice:
Permítame contarle una historia:
Un cazador salió un día tan apurado de su hogar que se confundió tomando el paraguas en vez del rifle. Cuando llega al bosque se le aparece un gran oso. El cazador levanta el paraguas, le apunta al oso y dispara. ¿A que no sabe que pasó?
No sé -responde el anciano-.
Pues el oso cayó muerto, concluye el doctor.
Imposible! -exclama el anciano-, alguien más debe haber disparado.
- A ESE PUNTO QUERÍA LLEGAR!!!
Qué forma más sutil de explicárselo al abuelo jajajajaja
ResponderEliminarjaja muy bueno! Te agrego! suerte en los premios!
ResponderEliminarJajajajaja...a saber con qué habrá disparado el abuelo que se lo tiene creído.
ResponderEliminarEs que las escopetas, con la edad, ya se sabe que se encasquillan y eso.
ResponderEliminarNo te fies de lo s secretos que guardan los abuelos.
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