Ya llega el veranito y toca ir a la playa a lucir el palmito. Pero claro, nos hemos pasado todo el invierno haciendo vida sedentaria, comiendo, bebiendo, sentados en el sofá viendo la tele y ahora el bañador nos queda como un tiro. No hay problema, todo tiene solución. Ahí va una dieta radical (nunca mejor dicho) para solucionar el problema.
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