La fotografía de difuntos fue una práctica que nació en 1840 en París, que luego se extiende rápidamente hacia otros países. La práctica consistía en vestir el cadáver de un difunto con sus ropas personales y participarlo de un último retrato grupal, con sus compañeros, familiares, amigos, o retratarlo individualmente. La fotografía mortuoria no era considerada morbosa, debido a la ideología social de la época del Romanticismo.
Algunas de estas fotos dan grima, pero esta es lo más de lo más. Eso de ahora que se ha muerto la niña, vamos a desenterrar a la abuela y les hacemos una foto juntas, no es que sea un bonito recuerdo que digamos ....
4 comentarios:
En la entrada anterior unas tetas, ahora muertos, ¡no me jodas! Donde se ponga lo primero que se quite lo otro.
Saludos
Emilio tiene razón, mejor tetas, estas fotos dan grima...
Salud
La última es estupenda. Denota un aire de familia la abuela y la nieta en la mirada ¿no os habéis fijado?
Salu2
La abuela no llevaba muchos días muerta, no? porque se la ve maja y con buena cara.
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