El hombre que va subido a esa Harley Davidson está muerto. Y eso no es un remolque, sino un ataúd acrílico gigante.
La última voluntad de Billy Standley, amante de las motos, era ser enterrado junto a la suya. Así, su familia recurrió a cinco embalsamadores y a un ataúd acrílico para enterrarlo cuando murió a la edad de 82 años.
El
cortejo fúnebre fue de los más curioso. Antes de ser enterrado, el
cadáver fue exhibido por todo Mechanicsburg (EEUU) subido en la Harley.
Luego fue sepultado.
La Harley Davidson Electra Glide 1967
acompañó a Billy durante gran parte de su vida y quiso ser enterrado
con ella. También todos los premios y medallas obtenidos con ella
4 comentarios:
cada loco con su tema
saludos
Hay tíos que hasta después de muertos joden la marrana... :)
Salud
Algunos son frikis hasta para morirse.
Este es como el chiste de aquella agüelita gallega que a punto de morir reúne a su vera a toda la familia y les dice: "queridiños, si eu morro no mar, me enterráis en la montaña pero si muero en la montaña me enterréis a la vera del mar". Todos dicen que sí pero uno de los nietos pregunta "mais miña avoa ¿por qué?" y la viejecilla responde: "namais que por foder" (sólo por joder)
Es que algunos son jodones amén de raros como ellos sólos, a buenas horas iba yo a dejar que se perdiera una Harley Davidson en buen uso...
Salu2
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